29 mayo 2005

En el camino

Toledo
El viajero encuentra en el camino su auténtica realidad, no en un lugar en concreto, ni en el rumbo tomado cada nueva mañana cuando encamina sus pasos a nuevas experiencias y quehaceres; tampoco por el destino de su viaje —desconocido para él— y, de su punto de partida, no le queda memoria… La identidad del viajero se forja en cada paso según las plantas de sus pies encallecen y sus tobillos, rodillas y muslos se manchan con el polvo y lodo del camino. El verdadero viajero suma singulares amaneceres y noches estrelladas y, cuando se cruza con otro caminante de su estirpe, se miran a los ojos y con lacónica conversación relatan vivencias sin intentar disuadir de ninguna marcha, porque la forja del camino es diferente aún siendo idéntico el paisaje para cada viajero.

- - -

Nuestros sentidos rompen el mundo
en pedazos. Al combinarlos, componemos
con ellos muchos otros mundos
sucesivos. Y esos fragmentos se trasladan
continuamente de un mundo al otro,
Circulando en una corriente que,
«más allá de los sentidos», tal vez
representa el mundo real.

Heráclito,
de Athos Dimulá