24 mayo 2005

Los Conciertos de Chopin

Sol

He escuchado que Chopin no era un perfecto orquestador de obras, de ahí que sus dos conciertos para piano adolezcan de ciertas «liviedades» que un maestro de la orquestación como Ravel o Berlioz pudieran bordar. Además, el segundo concierto, al parecer, es en orden cronológico, anterior al primero (vicisitudes aparte). Sí era Chopin, sin embargo, un virtuoso del piano, sus manos levitaban sobre el ajedrezado teclado acariciando, de tal manera las teclas que, agradecidas muestran no sus característicos martilleos, sino susurros de dulce armonía y encantadora sutilidad. A veces, galopando con compases fervientes, en ocasiones, sugiriendo un ritmo más suave como un atardecer estival. Sé que las «liviedades» sobre la orquestación no se pasan por alto, sino que se olvidan cuando el conjunto de la obra sustrae al espíritu a las elevadas sensaciones que produce.


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«Por consiguiente, no sabría aplicarse un análisis inteligente de los trabajos de Chopin sin encontrar bellezas de un orden muy elevado, de una expresión completamente nueva y de una contextura armónica tan original como sabia. En él la audacia se justifica siempre; la riqueza, incluso la exuberancia, no excluyen la claridad; la singularidad no degenera en extravagancia barroca: los adornos no están desordenados y, el lujo de la ornamentación no recarga la elegancia de las líneas principales. sus mejores obras abundan en combinaciones que, puede decirse, forman época en el manejo del estilo musical. Atrevida, brillantes, seductoras descubren su profundidad con tanta gracia y su habilidad con tanto encanto, que con pena podemos sustraernos lo bastante a su atractivo arrollador, para juzgarla fríamente desde el punto de vista de su valor teórico; éste ha sido ya notado, pero se hará reconocer más y más cuando llegue el tiempo de un examen atento de los servicios ofrecidos al arte, durante el período que Chopin ha abarcado»

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Franz Liszt habla sobre Chopin en una obra en la que dibuja la arrebatadora sutileza del artista a través de su música, a través de su vida; no como un biografo o crítico sino como un amigo y músico.

2 Commentarios:

Blogger Grial ha dicho...

El arte esta por encima de la racionalidad de la obra..., lo mejor es cerrar los ojos y dejarse llevar por las notas....
Buen post.
Un beso :)

24/5/05 20:56  
Blogger Aticca ha dicho...

Gracias Grial, es un placer verte por aquí.

25/5/05 09:55  

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