El Cielo en la Tierra
Toqué el cielo, apenas rozando con las yemas de mis dedos su licuada frescura; me estremeció por completo la sensación de alba que profunda oculta el firmamento el cual, aparentemente oscuro, engloba incontables amaneceres. Lancé entonces mi botella al proceloso avatar estrellado, donde las centellas juegan en remolinos a infinitud de creaciones para que navegara inserto el mensaje de mis suspiros contenidos… allá donde tantas esperanzas se han elevado como esferas de helio aguardará ser retomada algún día… Hoy solamente, la espera.
- - -
La vidriería de Beykoz
es de lo más moderno que existe.
Se producen allí
vidrieras no siempre transparentes,
vasos para agua un poco torcidos,
pero los vasos para licor de vidrio tallado
son puras maravillas.
Sélime no era el jefe del equipo,
pero tenía el don de los grandes maestros.
Del vaso salido de sus dedos,
usted podía,
a ojos cerrados,
hacer un espejo.
Y Sélime le miraba a usted,
como para perforar un misterio,
para comprender no se sabe qué.
Cuando él creía en algo,
su fe no se mezclaba,
y aquello que amaba,
lo amaba sin partición.
Él amaba las vidrieras,
las lámparas
y los garrafones,
y aborrecía los vasos para licor…
Sélime, Hijo de Chabane
Nazim Hikmet
- - -
… El amante ama la perfección de lo amado.
2 Commentarios:
Lo amado siempre es la perfección...
Precioso post y bonito poema.
Un beso :)
Gracias Lau, gracias Grial, encantado de veros por aquí.
Publicar un comentario
<< Home