03 febrero 2006

…Y dices que no te escribo poemas

Eleva tu cabeza al viento, escucha como en cada soplo mi hálito ha depositado un suspiro tras el goce del aroma de tu piel; el eléctrico roce de tu anillado cabello, la visión recogida —chispas de luz— que de ti se desprende; que mi retina atesora; que iluminan mi fe.
Y cómo quieres que lo escriba…
Aprende, como yo aprendí, a recoger lo depositado en el viento, porque sus versos acompañados van con la sinfonía de los elementos.