Escuchar
Cuando tu hablas, yo te escucho.
No el susurro de tus palabras, sino el palpitar
de un corazón que me ofrece la inquietud
de aquel que, golpe a golpe, regala vida.
Y tus labios, cuando muestran desasosiego,
son del helado azul de un falto palpitar,
y cuando se ofrecen intensos,
se tornan del carmesí de la vida.
Pero, más allá de lo que golpea con ondas,
me acerco a lo que empapa el aire
con el vaho de tu húmeda existencia;
porque eres vida, lo que da la luz,
lo que impregna el vacío y se inhala,
lo que entra en las entrañas para construir.
Donde mis oídos buscan el palpitar de tu pecho
y mis ojos la luminaria de tus pupilas,
mi ser busca la vibración de tu existencia,
Por ello, no sólo escucho tus palabras.
2 Commentarios:
Precioso, como siempre, por ello leo tus palabras...
Un placer leerte, un beso :)
Gracias Grial, un placer tenerte por aquí.
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