03 julio 2005

Intentos


Galopan ideas en mi cabeza como un frenético corcel alado, pretendiendo que mis días se sucedan en el hálito de la fragorosa lucha, no en la infructuosa espera del soldado, tensa e insegura; al final, muchas sinergias deparan avatares inesperados, ¿decepciones? no, forjaré nuevas ideas. Al menos ha de quedar la esencia.

- - -

Te hablé con
una sonrisa y tú no
respondiste
tu boca es como
un acorde de música carmín
Ven aquí
Oh, ¿acaso la vida no es una sonrisa?
te hablé con
una canción y tú
no me escuchaste
tus ojos son como un vaso
de silencio divino
Ven aquí
Oh, ¿acaso la vida no es una canción?
te hablé con un
alma y tú no
te asombraste
tu cara es como un sueño encerrado
en blanca fragancia
Ven aquí
Oh, ¿acaso la vida no es amor?
te hablo con una
espada y tu
guardas silencio
tu pecho es como una tumba
más suave que las flores
Ven aquí
Oh, ¿acaso el amor no es muerte?

- - -

Edward E. Cummings.

Para entender un mundo liberado de la presión del odio hay que leer a Cummings; conocer su acción además de su obra.

1 Commentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

Ciertamente, lo que encierra, estremece. Gracias por pasearte por aquí Muralla. Un saludo.

6/7/05 18:47  

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